
Estoy muy preocupada, no sólo porque no llueve y en el campo la larga sequía nos pasa factura. Me preocupa, y mucho el estado de nuestros bosques porque en el estado que se encuentran y con la sequía que padecemos son un auténtico polvorín.

Muchas décadas de abandono de los bosques nos pasan factura
Más del 60% del territorio catalán está ocupado por bosques secundarios. Esto significa que son pinares con un sotobosque de encinas o robles y arbustos mediterráneos que formen un denso tejido vegetal. Son una especie de selva mediterránea que se ha ido formando de forma espontánea en tierras que antes habían sido campos de cultivo. Puesto que además somos un país bastante montañoso y de relieves de difícil acceso, estas masas forestales espontáneas son también de costosa gestión. Antiguamente eran las mulas quienes trajinaban la madera que se iba talando del bosque, o bien se hacía carbón cerca del área que se iba cortando. Pero actualmente esos medios y métodos se han abandonado. Y el problema actualmente es que la gestión forestal sostenible que debería hacerse es muy cara y tiene pocas ayudas de parte de la administración. Entonces, ¿los propietarios forestales qué pueden hacer? ¿Dejar que se queme el bosque?
Gestionar los bosques nos afecta al conjunto de la sociedad
Los problemas cuando ya se han hecho mayores pasan a tener categoría de problema social, problema que debería implicarnos a todos. Y todos podemos hacer algo. Sólo haré algunas reflexiones como persona que trata de tener un pensamiento positivo y proactivo ante los graves problemas que tenemos como país.
¿Los bosques no absorben CO2? ¿Por qué no compensar las emisiones de CO2 de las industrias con las que absorben los bosques? Pero no es tan fácil. Nuestros bosques actualmente absorben poco CO2 porque al estar tan densos la masa vegetal que los compone tiene un crecimiento muy reducido. Lo que debería hacerse es hacer una gestión sostenible del bosque, eliminar parte de la masa forestal y aunque en los primeros años habría una reducción de absorción de CO2, con los años posteriores los árboles crecerían mejor y a la larga el proceso de absorción también se incrementaría. También debe tenerse en cuenta que los árboles necesitan agua para crecer. Si limitamos la masa forestal al limpiar los bosques, los árboles que quedan podrán tener el agua necesaria para poder crecer correctamente. Y gestionar correctamente un bosque significa reducir el riesgo de incendios y generar nuevas oportunidades de trabajo.
Esto implica que deberemos hacer mucha pedagogía porque tanto las industrias que quieren compensar, como la ciudadanía que no considera oportuno que se corten los árboles del bosque deben comprender que este proceso de gestión de los bosques es una necesidad de primer orden.
¿A qué esperamos?
Pilar Comes Solé