Se trata de un agua destilada enriquecida con los principios activos de la planta correspondiente.
Todos los hidrolatos tienen propiedades desinfectantes, pero además cada uno tiene un aroma y otras propiedades relacionadas a las características de la planta que se ha destilado. Por ejemplo:
Si tenemos hidrolato de lavanda, nos ayudará a relajarnos.
El de marialluïsa tendrá propiedades digestivas y nos aportará alegría al ambiente.
El de patchuli es regenerante, podemos aplicarlo a las piernas cansadas y su aroma es considerado ‘afrodisíaco’.
El agua de rosas se puede utilizar para aplicar en la piel seca o sensible o desvitalizada, y especialmente las pieles maduras como tónico facial.
Los hidrolatos tienen muchísimas aplicaciones. Os resumiré para que los podemos usar:
1) Hidrolato como tónico facial. Al limpiarnos la piel, la aplicación del hidrolato es un básico, te refresca, desinfecta y aporta principios activos que combaten la oxidación de la dermis.
2) Hidrolato como limpiador de mascotas. A contrapelo y con un trapo húmedo froto a mi mascota y consigo que tenga el pelo reluciente, limpio y no se le acerquen los parásitos.
3) Hidrolato como limpiador del hogar. Ya no uso otro producto para quitar el polvo, especialmente sobre superficies de madera y en los sofás. Un paño humedecido con hidrolato limpia y al mismo tiempo aromatiza el ambiente. También podemos utilizarlo en vez del suavizante de la ropa.
4) Hidrolato en el humificador. Si tiene por costumbre aromatizar y desinfectar el hogar con el difusor, puede utilizar hidrolatos directamente en vez de agua con aceites esenciales.
5) Hidrolatos en la cocina: En los batidos, en las tartas y en cualquier plato que queremos dar el toque aromático y medicinal de la planta correspondiente no debemos tener miedo a añadir un chorrito de hidrolato.