Las infusiones son un muy buen hábito de salud para cualquier estación del año
Una infusión supone conseguir extraer los principios activos de las plantas medicinales mediante un escaldado y una maceración posterior de unos 3-5 minutos. Por tanto la calidad de la infusión dependerá de la calidad del agua y de las plantas con que la hagamos. Lo ideal es que cuando se haga la infusión sea en cantidad, para poder ir bebiendo a lo largo del día.
Una vez la infusión está hecha, conviene colarla enseguida y lo aconsejable es ponerla en una botella térmica, así se mantendrá caliente y se la podrá tomar a lo largo del día. Si la infusión queremos tomarla fria, tenemos dos opciones: o enfriamos la infusión caliente o la preparamos con agua del tiempo y dejamos la planta con el agua infusionando en la nevera 24hs.
La infusión si nos la tomamos en sorbos nos hará más efecto y nos reconfortará ante la sensación de frío. También supone un aporte notable de antioxidantes y principios activos desinfectantes. Beberla fria la convierte en un regulador termico perfecto!
¿Ha intentado ir tomando a lo largo del día tragos de infusión en vez de agua?
Es un hábito de lo más saludable porque al llegar los contrastes de temperatura del otoño a menudo es cuando nos empieza a doler el cuello y vienen los resfriados.
La solución muy sencilla: termo de infusión y ver sorbitos a lo largo del día
La bajada de las temperaturas nos invita a empezar a hacer una infusión calentita. Cualquier momento es bueno y de hecho tomar infusiones es un buen hábito para nuestra salud.