Una finca de cinco hectáreas, dedicada hasta los años 60 del pasado siglo XX al cultivo de cereal, por ello esta zona se la identificaba como la “revolta do pan”. Actualmente una Carballeira (bosque de carballos) ocupa buena parte del espacio. Pero aún se reconoce un buen espacio sin árboles. En este espacio que forma un gran círculo rodeado de robles es donde centramos la actividad productiva y a la vez divulgativa del Parque dos Aromas Namoreiras.
Un círculo mágico en el que hace algunos años se construyó un emblemático laberinto con piedras indicando el lugar más energético de la finca. Es a partir de este círculo donde se ha diseñado la primera fase del jardín visitable y productivo. Una inmensa flor con 17 pétalos a modo de grandes parterres temáticos en los que se cultivaran las especies de plantas aromáticas y medicinales más apreciadas. La gran flor tiene su tallo orientado hacia el cementerio celta, una mamua que se encuentra al otro lado del camino y que nos simboliza el gran valor antropológico y mágico de este lugar.