
Somos un país con agenda rural poco estratégica. Todo acaba en unas subvenciones tan escasas como desfasadas y atomizadas. O falta visión innovadora o falta voluntad de resolver problemas de fondo. Y aquí si que la Generalidad de Cataluña tiene todo el poder para cambiar las cosas, no es necesario ser independientes para hacerlas bien.
Una lectura crítica del orden de las ayudas a la sostenibilidad del 3 de abril de 2023
Leemos punto por punto la orden del pasado 3 de abril donde se aprueban las bases reguladoras de las ayudas a la sostenibilidad. ¿Sabéis que en toda la orden no aparece en ningún momento la palabra agroecología? Y así se proponen cumplir con el objetivo del Plan Estratégico de la Política Agraria Común? que se supone que busca y cito textualmente: “incentivar el desarrollo de un proyecto global integrador de las funciones productivas, económicas, medioambientales y sociales de la agricultura con el fin de fomentar la viabilidad de las explotaciones agrarias y lograr un desarrollo rural sostenible”. Para ello los fondos deben aplicarse a planes estratégicos.
Pero más que planes estratégicos, lo que hace esta orden es pasar directamente a repartir el pastel de los fondos europeos y establecer el procedimiento administrativo para acceder a estas ayudas. Toda actividad agrícola tiene derecho a ello, de modo que lo que acaba perpetuándose es un sistema agrícola superado, atomizado y agonizante.
En cuanto específicamente a la ayuda que recibíamos nosotros como productores de planta aromática ECO certificados, después de que conseguimos, haciendo muchas gestiones, que se nos asimilaran a la huerta ecológica, de manera que nos iba justita la subvención para pagar la DUN (Declaración Única Agraria) y las cuotas del CCPAE ( aprox. 1500€/anuales por 4,2 hectáreas de cultivo). Ahora al leer la nueva orden descubrimos que rebajan la subvención en más de un 70%. Mientras en la horticultura se les pagarán 630€/ por ha nosotros sólo tendremos derecho a 164,50€ por ha. Y en ninguna categoría se valora el cultivo mixto y la aportación de biodiversidad que hacemos las fincas agroecológicas donde se combina en todo momento la huerta con el cultivo de aromáticas y donde la producción se realiza con una gestión ambiental impecable y una huella de carbono positiva, que podría ser objeto de compensación de CO2.
Pero, además, es que en al ADN de la agroecología lo consideramos de importante incidencia social. Por nuestro Parc de les Olors del Serrat llegan a pasar unos 10.000 escolares cada curso y unos 2000 visitantes los fines de semana. La viabilidad económica, ambiental y social la tenemos demostrada. No hacemos este artículo para reivindicar más subvenciones, porque nos movemos en ridículas cifras, lo que sí reivindicamos es que en vez de repartir miserias entre todos y así hacer una gestión muy burocrática pesada, con los consecuentes costes administrativos enormes, se sea valiente políticamente y se defiendan los modelos de proyectos de éxito, innovadores y demostrados.
Nosotros defendemos que se enmarque este plan estratégico en la agroecología. Ya sabemos que no se puede pasar de 0 a 100 de repente, pero al menos que se fomenten planes estratégicos que hagan avanzar el mundo agrícola de nuestro país cambiando paradigmas de fondo. La emergencia climática no necesita muelles para todos, precisa de modelos que aporten cambios globales y urgentes.
Pilar Comes Solé, impulsora de la Red Parc de les Olors.