Gracias y mil gracias a todo el grupo de personas que este año nos han ayudado a seleccionar las flores de manzanilla.
Otra forma de valorar la elección de la manzanilla desde el humanismo ecosocial.
Por muchas máquinas que se han intentado inventar, no hay nada como los dedos para seleccionar las flores de la manzanilla. Pero para elegir un kilo de manzanilla se necesitan 10 personas durante una hora y a buen ritmo. ¿Qué precio tiene esto?
En términos capitalistas, donde sólo se valora la productividad en términos económicos, la manzanilla costaría un mínimo de 100 €/kg. Pero hay otras formas de valorar el trabajo de seleccionar manzanilla. Si la actividad se hace acompañando la tertulia de la sobremesa, si la hacemos mientras unos jóvenes nos vienen a presentar un proyecto donde nos invitan a participar. Mientras tanto mi hijo y su compañera quieren explicarnos cómo se sienten ahora que han decidido de comprarse un piso. Si escogemos manzanilla con unas chicas que vienen a hacer voluntariado terapéutico una tarde a la semana… En todos estos contextos y otros que podría explicaros, el trabajo de elegir manzanilla se convierte en una actividad comunitaria, que nos permite charlar mientras trabajamos, donde no hay género ni edad que nos discrimine. Donde hijos, padres y abuelos comparten una tarea de psicomotricidad fina por la que todos estamos preparados y que nos muestra que los dedos sirven para mucho más que picar las teclas del ordenador o del teléfono móvil.
Si transformamos la selección de la manzanilla en una actividad terapéutica, comunitaria donde sentimos la utilidad del trabajo manual, entonces la valoración estrictamente económica pierde sentido. Es así como lo valoramos nosotros desde el modelo de humanismo ecosocial que promovemos en el Parc de les Olors. Gracias a todas las personas que nos han ayudado a poner un grano de arena para demostrar que otro modelo de sociedad más humana es posible.
Gràcies!!!!!!
Pilar Comes Solé
